Anticipación: claves para gestionar el riesgo de la innovación [2022]

TIPOS DE INNOVACIÓN SEGÚN EL RIESGO

Todos somos conocedores que el proceso de innovación implica un riesgo, y que este riesgo es de mayor o menor grado en función del tipo de innovación que buscamos, es decir, si es de tipo incremental o disruptiva.

En cualquier caso, cuando se inicia un proceso de innovación todos los componentes del equipo deben poder identificar los riesgos que existen y ser conscientes de ellos. Hay que intentar encontrar un equilibrio que permita minimizar los recursos humanos y económicos que se van a emplear a la vez que se maximizan los resultados.

LOS RIESGOS MÁS IMPORTANTES

Existen muchas tipologías de riesgo que se pueden detectar, pero aquellos más importantes y que hay que tener más en cuenta son los siguientes:

> De mercado: indica si la solución será aceptada por los clientes o usuarios. Es esencial testear y validar la idea antes de seguir invirtiendo en tiempo y recursos.

> De ventas: consiste en proyectar si se alcanzarán las ventas y los beneficios esperados.

> Del canal: un porcentaje muy alto de innovaciones fallidas se han producido en este punto. Hay que prestar mucha atención a si se dispone del canal, si está preparado o si debe crearse uno de nuevo.

> Financieros: hay que conocer qué inversión es la que se va a llevar a cabo, el tiempo de retorno y los beneficios.

> De tiempo: relacionados con el tiempo que se tardará en lanzar en nuevo producto/servicio. Por ejemplo: si el producto no está listo para la campaña de Navidad se pierde un año.

> Técnicos: reflejan si la solución será robusta y factible, además de alertar de los posibles problemas de posventa.

> Operativos: Debe conocerse de qué perfiles se dispone para desplegar el proceso con éxito. Si hay que incorporar perfiles o bien ya están incorporados en la organización.

> Del entorno: relacionados con los cambios legislativos, cambios políticos…

Estos riesgos no siempre nos van a afectar de una manera directa o indirecta en los procesos de innovación. Los equipos creativos no pueden hacer nada para controlarlos porque muchos de ellos no dependen de su trabajo. Lo que sí se puede y debe hacerse es identificar y gestionar la incertidumbre de la innovación de nuestras compañías.

COMBATE LA INCERTIDUMBRE

Para llevar a cabo una correcta gestión de la incertidumbre, y parecerá obvio, puede ser conveniente disponer de un conjunto de preguntas:

> ¿Quién es el cliente?

> ¿Conocemos bien sus problemas y necesidades?

> ¿Cuál es nuestro posicionamiento respecto a los competidores?

> ¿Estaría el cliente dispuesto a pagar por una solución?

> ¿Cuál es la dimensión del mercado?

Y muchas otras preguntas más, obligarán a los equipos de innovación a reflexionar acerca de los principales riesgos y cómo afrontarlos. También habrá que planificar las actividades clave que hay que llevar a cabo en cada momento, y obtener la información y el conocimiento necesarios para ejecutarlas con éxito.

Todos sabemos que la innovación es un proceso imaginativo y creativo donde se valora la cantidad y calidad de las ideas, pero lo que es realmente más importante es la gestión de las incertidumbres de estas ideas para convertirlas en realidades rentables y exitosas.

En el caso de TANDEM Company la innovación que ofrecemos a nuestros clientes pasa por anticiparse a esas incertidumbres, lo que se convierte en un factor clave para el éxito del proyecto.

Autor: Jordi Fernández | Partner & CEO

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